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INTELIGENCIAS MÚLTIPLES Y BEE BOT
La Teoría de las Inteligencias Múltiples fue ideada por el psicólogo Gardner para oponerse a la idea de inteligencia única defendida anteriormente. Gardner fue de los primeros que vio necesario un cambio urgente en la educación y propuso que la vida humana requiere del desarrollo de varios tipos de inteligencia.
Gardner observó que sólo le dábamos importancia a la inteligencia académica y, evidentemente, esto no definía la inteligencia de una persona. ¿No conocemos a personas que brillan académicamente pero que tienen grandes problemas para relacionarse con los demás? Es aquí donde se apoyó Gardner para defender que cada persona ha desarrollado una (o varias inteligencias) y esto no le hace más o menos inteligente sino diferente. En las escuelas, aun hoy en día, dejamos de lado muchas inteligencias y nos empeñamos en “hacer aprender” a todos de la misma manera, olvidando por completo la diversidad y el tipo de aprendizaje que cada persona necesita.
Es por ello que Gardner organizó las inteligencias en 8 tipos, dando a entender que es una mera organización que a él le pareció interesante pero que podemos añadir o suprimir inteligencias a esta clasificación. Al mismo tiempo, afirmó que todas las personas poseemos las 8 inteligencias pero destacamos más en unas que en otras.
El Bee-Bot, un robot en forma de abeja que permite trabajar de manera amena y divertida las inteligencias múltiples teniendo en cuenta una educación inclusiva en el aula.
El robot tiene unos botones que permite avanzar, pausar, borrar, ir a la derecha/izquierda y ejecutar las acciones programadas con el go.
La Inteligencia Lógico-matemática: el manejo del robot implica el uso de habilidades como el conteo y de conceptos espaciales como delante y detrás. Además de figuras geométricas, secuencias y conceptos como grande-pequeño, largo y corto…
La Inteligencia lingüística: se potencia el diálogo, ya que se pueden plantear actividades para realizarse por parejas o en equipo. También se puede trabajar la lectoescritura y la conciencia fonológica a través de tableros con sus nombres, letras e incluso con el vocabulario aprendido en el aula.
La Inteligencia visual-espacial: al tener que ir guiando al robot por diferentes caminos construidos por ellos mismos se desarrolló y ejercitó la visión espacial.
Inteligencia corporal kinesética: esta capacidad se trabaja haciendo que los niños y niñas deban llegar a algún lugar del tablero.
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